lunes, 2 de enero de 2017

TIEMPOS IDOS-Campohermoso

TIEMPOS IDOS-Campohermoso



Mí querido Luis Fernando:
Gratamente sorprendido con tus memorias del inolvidable Campohermoso, de su vida cotidiana y de lo que ocurría en el resto del país. Mis plegarias fueron escuchadas, porque desde mi asistencia -la única hasta ahora- al encuentro de 2007, venía clamando porque entre todos los que vivimos en el otrora maravilloso barrio, reconstruyéramos recuerdos, episodios, en fin, la historia de ese sector, que, hasta donde sé, es única. Incluso, lo confieso, me parece que el sentido del encuentro se desvirtúa si no se aprovecha para hacer remembranzas, revivir personajes y contar de ese interesante proceso.
Pocos días después de finalizado el del 07, recuperé tres viejas fotos del barrio, que puse en circulación con el ánimo de incitar a crear un álbum colectivo. ¡Nadie contestó! Tal vez, esa indiferencia con nuestra historia me hicieron 'caer el carriel' de la asistencia a los dos subsiguientes.
Por fortuna, ahora apareces tú con semejantes remembranzas, que tras una primera leída releeré ávido y despaciosamente, para degustarlas y dejar que alboroten recuerdos. Ojalá algún día podamos hacer un libro sobre Campohermoso.
Felicitaciones y un abrazo de corazón,
Álvaro Gärtner


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  • TIEMPOS IDOS-CAMPOHERMOSO

  • LA CALLE 17.

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    Mi primer contacto con Campohermoso, data de los cinco o seis años de edad fue en la casa de esquina de la calle 17 con la carrera 12, el barrio ya había iniciado su poblamiento y muchas familias estrenaban sus casas. Mis vecinos del cruce de la calle

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    y la carrera eran: la familia Gómez Duque, compuesta por el Dr. Hernando Gómez Mejía, abogado natural de Aguadas Caldas y graduado en la Universidad del Rosario en Bogotá, siempre lo vi ocupando importantes posiciones en el departamento de Caldas, desposado con Doña Lucia Duque, elegante dama procedente de Pereira. Sus hijos Hernando y Alonso, creo que llegaron al barrio y allí nacieron Gloria Elena, Humberto y Mario.
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    En la otra esquina vivía don Honorio de la Calle, ciudadano procedente de Manzanares Caldas, quien debió dejar su poblado por cuestiones políticas, como buen liberal le toco abandonar su pueblo el nueve de abril, cuando fue inmolado el gran dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán, casado con la educadora Georgina Lombana y padres de dos hijos varones Mario y Humberto. Vivian con la hermana de doña Georgina, Orfa a quienes siempre vi como profesoras del Colegio del Sagrado Corazón, ubicado también en Campohermoso.

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    No tengo un recuerdo muy preciso, pero otras familias que llegaron por los mismos años a Campohermos, y concretamente a la calle 17 fueron Don Carlos Soto, casado con doña Armida Larroche de Cartago, pero sus ancestros estaban en Anserma Caldas pertenecía a descendientes de familia extranjera que habían venido a explotar las minas de Marmato ypadres de Carlos Fernando, María Cristina y Jorge Alberto.
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    Una familia numerosa de origen antioqueño la componían Don Luis Ángel Zuluaga y doña Ernestina Uribe, el era de Marinilla y creo que doña Ernestina era de el Jardín Antioquia, sin temor a equivocarme la prole se componía de Elisita, Stella, Libia, Berta, Germán, Diego, Myriam, Gonzalo, Lucia, Mario y Beatriz, los últimos naturalmente nacieron en Campohermoso. 
    Los Arias, entre los que recuerdo a Héctor “Fangio”, se le comparaba su destreza automovilista con Juan Manuel Fangio, piloto argentino de Formula 1, ganador por cinco años de la categoría, era de los únicos propietario con Don Carlos Soto de vehículo, con la diferencia que nunca aprendió a manejar, pero era muy atento. Cuando salía para su trabajo, casi siempre coincidía en la vía con los Doctores, Hernando Gómez. Jorge Orozco, José Vélez García a quienes recogía, como el carro era pequeño estos se subían con dificultad y cuando llevaban escasos metros el carro se apagaba y los doctores terminaban empujando
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    Una familia muy Manizaleña la componían don Gilberto Uribe y doña Libia Mejía Tobon, familias ancestrales de Manizales, compuesta por María Isabel, Diego, Patricia, Álvaro, Fernando, 

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    Al frente de su casa había llegado don Gilberto Orejuela, el profesor de educación física de los Colegios de Manizales, procedente de Palmira Valle, llego con su esposa doña Gema Gartner, ella era de Quinchia o Riosucio y descendientes también de familias extranjeras que habían llegado a explotar las Minas de oro de Marmato. La familia Gartner, quien en el país figura como Riosuseñas se ha extendido inmensamente en Colombia. 
    Don León Botero y su señora Rubí Restrepo, vivieron en los tiempos iníciales del barrio, recuerdo con exactitud a Ángela y Augusto, fueron pocos años que nos acompañaron pero se deben sentir con profundidad de Campohermoso y de la calle 17, posteriormente vivieron allí los Vásquez, Don Ricardo Zambrano excelente ciudadano de Popayán y que trabajaba para la ESSO

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    Finalmente tengo evocación de Don Roberto Jaramillo Y Alieth Robledo, padres de las mellizas María Isabel y Olga Lucia , a don Roberto se le conoce como fundador del barrio, para lo cual uso el sistema del “bombeo”, técnica utilizada en Manizales para rebanar montañas y crear lotes urbanizables. 


    El barrio era recorrido de arriba hacia abajo por zanjas, estas arrancaban en la parte alta hacia los lados de Chipre y por medio de agua, tierra y buldócer, que empujaba el material licuado hacia las zanjas, en la parte de abajo era recibido por barreras previamente construidas, formando estanques que contenían el material que viajaba por las zanjas. Este proceso se utilizo para construir a Campohermos, estas represas que almacenaban el material permanecían por muchos años, esperando que se consolidara y adquirieran la dureza que les permitiera ser usado para cimentar las viviendas.
    Los años iníciales del barrio, los muchachos nos divertíamos atravesando estas zanjas, las que en ocasiones tenían alturas que sobrepasaban los tres metros, naturalmente ya habíamos sido advertidos del peligro que constituía este juego y nos aventurábamos cuando iniciaban el proceso , por lo que teníamos que correr para que este no nos alcanzara.
    Recuerdo a doña Magola Gaviria, porque su hijo se llamaba Herman y todo el día lo solicitaba, gritando desde la ventana de su casa, que quedaba en un alto que sobresalía :”Herman” Herman”, a los muchachos de la calle 17.Esto nos debió quedar acordando toda la vida como lo hago yo, escribiendo estas memorias.
    De mi familia puedo decir que mi padre Jorge Orozco Rincón, de Anserma Caldas, había concluido sus estudios y graduado en Bogotá en el año 1939 en la Universidad Externado de Colombia, su primer puesto fue de juez en Salamina Caldas, donde se caso con Anita Gutiérrez Gaviria, allí nació Jorge Hernán, el mayor de la prole Orozco Gutiérrez, trasladado como juez a Riosucio Caldas, paso por su tierra donde nace Leopoldo Enrique, en su nueva sede nacemos Luis Fernando y la primera mujer María Cristina. Llamado por el gobernador de Caldas por los años 1947, Dr. Alfonso Muñoz Botero, compañero de estudios para ocupar la secretaría de gobierno, allí nos radicamos en Manizales, viviendo inicialmente en San José, posteriormente en “el Carretero”, y por los años 1951 en Campohermoso, así que allí nacieron Gloria Matilde, Ana María y Federico, José Alberto es manizaleño del “carretero”Primero vivimos en la casa que después fue de David Duque, en donde jugábamos básquet ball, produciendo un molesto ruido en la puerta del garaje y Don David se ponía furioso y nos dañaba el balón, allí también vivieron Augusto Arroyabe un abogado de Anserma Caldas, Sergio Villegas y Francis, luego nos trasladamos a la casa de los Sarasty Moncada y terminamos en la casa de la calle 17, que mi padre le compro al Instituto de Crédito Territorial, construida por el ingeniero Alberto Montes Sáenz
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    Por la carrera doce que era la vía más empinada del barrio, vivía La familia Giraldo Echeverri, compuesta por el Dr. Jorge Eduardo Giraldo Vargas, abogado Bogotano que vino a parar a estos lares, llegando a Salamina y casándose con Doña Berta Echeverri Mejía, su prole estaba compuesta por Julián y Abel, Germán Jaime “Jimmy”, Normita, Hernán Alberto, “chichi” y René Fabián, tenían un perro “policía”, llamado “romel”, era tan feo que eso solo, lo hacía aparecer como bravo. 
    Al frente inicialmente vivió el Dr. Aníbal Gómez, deposado con doña Mireya, ella era de Medellín y sus hijos Raúl Fernando y Luz Mireya. En esa casa posteriormente vivió don Jaime Villegas a quien jocosamente los muchachos le decíamos “mentira fresca”, esposo de Guillermina Hoyos Gaviria, padres de Liliana, Constanza, Claudia y Carlos Eduardo si mal no recuerdo, para la parte de abajo vivía el Dr. Antonio Duque Gómez y recuerdo a “potasio”, sus padres no los dejaban salir a jugar. Hacia arriba vivieron, inicialmente los Jaramillo Zuluaga, Don Ovidio Jaramillo Mejía, doña Fany Zuluaga Patiño y recuerdo a Christian y Henry por las cabriolas que realizaba con el triciclo, luego a Don Antonio Aponte y doña Rubí, con una numerosa familia compuesta por mujeres.
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    Aquí vale la pena relacionar el garaje de esta casa, alquilado por muchos años por “Fernando el carpintero”, sitio de tertuliadero del barrio, donde nos uníamos dos generaciones, la de los mayores casi siempre compuesta por el Dr. Jorge Eduardo, “mentira fresca”, el Dr. Hernando Gómez, Jaime Botero y la de los muchachos, que los mayores nos permitían: Jimmy, Humberto, Hernando, Alonso, Gonzalo. Interesantes charlas, que realizábamos alrededor de la fabricación de una “radiola”, para don Jaime Villegas, que “Fernando el carpintero”, demoro varios años construyendo y esto hizo que la tertulia fuera más agradable, pues todo el mundo tenía que opinar sobre la elaboración del aparato. En los bajos de esta casa vivía Doña Rosana quien tenía una tienda.

    “Fernando el carpintero”, servía para todo, arreglaba “goteras”, empujaba carros, juraba en falso, en fin por donde lo solicitaban por ahí respondía. Un día Don Antonio Aponte, quien le había alquilado el garaje para poner su carpintería le solicito sus servicios para arreglar el techo de la casa. Fernando se subió a este con cuidado, cuando se dio cuenta que la hermana de doña Rubí, la patrona de la casa se estaba bañando, Fernando con discreción se arrimo a la claraboya que cubría el baño y a la que le faltaba un vidrio, cuando vio a la hermana de doña Rubí una hermosa mujer desnuda bañándose, no tuvo precaución y al agacharse los papeles que tenía en el bolsillo de su camisa, cayeron por el vidrio roto, lo primero que toco la humanidad de la bella mujer fue un lápiz “mongol”, con aguda punta, que clavo en su cabellera y después un montón de papeles en los que se incluía su cedula, que cayó con la cara hacia arriba.
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    En la parte alta de la calle 17 sobre la carrera doce, vivían el Dr. José Vélez García, abogado tolimense y su señora Amanda Gómez y Myriam Matilde de las mercedes Belem Matilde Esmeralda Vélez, José Ignacio. Don Ricardo Orozco y Josefina Jaramillo y su hija Silvia y las Estradas, aunque habían hombres: John Y Byron, el matrimonio compuesto por Don Jaime Estada y doña Leticia Hoyos Gaviria, los demás miembros de la familia eran: Elsy, Grecia, Cristina, Gloria, Silvia y Olga Leticia.


    Recuerdo que donde las Estradas vendían helados, doña Leticia los sabía fabricar, pues quedaban muy buenos y el porche de la casa lo utilizábamos para tertulia. Al frente de las Estradas vivía Don Rafael Cruz y Pastorita con sus hijos Pastorita, Gloria Cecilia, Guillermo “el abuelo”, Fernando. Los Vargas, los Vergara, Villegas Estrada, Uribe Trujillo
    Primaria
    En 1952 entre a la primaria del Colegio de Nuestra Señora, sin embargo el año anterior había asistido al quinder de Doña María, la suegra del Dr. Fabio Ramírez Hoyos, abogado de Pensilvania compañero de mi padre de grado en la Universidad Externado de Colombia, madre de doña doña Alicia Tejada, padres de Amparito Ramírez, una de las mujeres más hermosas de Campohermoso y sin equivocarme todas eran bellas. Allí fuimos sus alumnos todos los “chicos” del barrio: Amparito Ramírez, Humberto de la Calle, Soto, María Cristina, en fin toda la muchachada, a quien doña María enseñaba con amor y alegría
    En Nuestra Señora fui alumno de primero de primaria de Don Jorge Bayer Jaramillo, el profesor que le enseño durante su vida a todo el Colegio, y a leer a medio Manizales.
    En la parte alta de Campohermoso, vivía la familia de los Meneses, Bogotanos de transito por Manizales, el mono Zuluaga , desde esa época le empezamos a decir: ó “Bandera”, porque tenía el pelo amarillo, los ojos azules y los pómulos rojos, ó “triangulo”, terminaba su mentón en punta, por aquellos años vivían allí, además el Ingeniero Mario Spaggiari, los Peláez Gómez: Asenet, Nelson, Viena, Áster, Diego, los Estrada, Norman, Piedad, la familia del abogado Arturo Montoya Calderón, de Aránzazu Caldas y hermano del escritor y humorista “el ronco Montoya”, recuerdo con afecto que su hija Constanza, fue de mis primeros amores, era fabulosa jugando “quemado”, gran amiga de mi hermana María Cristina, a quien acompañe a las cinco de la mañana a despedir la familia que se iba a trasladar a Bogotá. Que despedida tan triste la de la amiga que pretendía. Nunca más la volví a verla. Igualmente tenían casa los Lee, Don Miguel Arango era el propietario de la tienda del lugar, padres de Miguel y Rodrigo Arango Soto, el ingeniero Rodrigo quien fue mi profesor ilustre en la facultad de ingeniera, casado con Gloria Lee y prematuramente 

    En el Campohermoso de abajo, distinguíamos a los Gartner Posada: Hernando Guillermo, Victoria, Álvaro, el “loco” Correa, los Villegas Estrada, hijos de Samuel Villegas Galarza y Rubí Estrada Gaviria: Carlos Alberto “perjuicio”, quien prometió realizar quince daños cuando cumplió esos años, y que creo no le quedo haciendo falta alguno. Quebraba vidrios, tocaba los timbres y se escondía eran miles las pilatunadas que hacía, Gustavo, “gurropin”, Samuel, Lucero, Amparo, José Fernando. 
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    Los Vélez Montes hijo de Don Gonzalo Vélez Echeverri y doña Rita Montes Sáenz: María Victoria, Cesar y Ángela, 



    Igualmente la familia Vélez Echeverri tenía la casa de los mayores y Adolfo Vélez Echeverri ilustre abogado, casado en mi pueblo Riosucio con doña Lucrecia Rodríguez, quienes no tuvieron hijos.


    Tenían su residencia los Upegui: Vicencio, Germán, los Escobar Sáenz: Pablo, Luis Miguel, Efraín Vicente, los Quintero Arango: Carlos Eduardo, Luz Victoria, Rocío, Francisco Paula, Elías. Por esa época residía allí además la familia Gartner Franco, especial recuerdo tengo de Nora Lucia, estudiaba con mi hermana María Cristina en el Colegio de la Presentación y en el bus que los trasportaba al colegio, me paraba “bolas”, un día me envió “saludes” y un sobre que contenía una foto de su primera comunión, que la había arrancado del álbum familiar para complacer a su amor Esta es la primera vez que tengo contacto con la feminidad en la vida, aprendí que las mujeres cuando uno es niño, además de pelearse son para quererlas. 

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    Los Mejía Jaramillo, los Cerezo, los Eastman, los Uribe, de los vidrios, los Orozco Giraldo de la Bomba de Campohermoso, los Duque los hijos de Don Simón Díaz, profesor del Instituto Universitario, los Zuluaga Castro
    Lugar preferencial era la Parroquia de Jesús Nazareno, ubicada en la parte baja del barrio y frente a un extenso parque, el Parque “Liborio Gutiérrez”.
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    Los dirigentes espirituales eran sacerdotes Belgas: el padre Lamberto, el Padre Avelino, el Pare Nicolau. Hablaban un español enredado y dirigieron la Ermita, durante varios años, con ellos se iniciaron los “festivales de Campohermoso”, una fiesta para recordar. Todo el barrio se alistaba a la celebración, doña Teresa Jaramillo visitaba todas las casas de las gentes llevando serenatas, los muchachos nos alistábamos como vendedores de paletas, evento que dirigían doña Lucia Duque y doña Ana Gutiérrez Gaviria, mi madre.
    Otro Campohermoso, era ubicado en la vía al Colegio del Sagrado Corazón


    En ese Campohermoso Vivian familias como la del ingeniero Jaime Muñoz Botero, Roberto Londoño “Luis Donoso”, colaborador del diario local “La Patria”, los Pachones familia boyacense del negocio de las papas, los Jaramillo Montoya de la estirpe de los colonizadores del Valle de Risaralda, abuelo de Simón Vélez, Marcelo y Gloria Lucia, quienes Vivian sobre la salida que de Manizales conduce a Santagueda. El padre Robet Vélez Sáenz, prestigioso arquitecto, había construido hermosa casa diseñada para ellos, impresionaban los jardines, los que tenían como fondo a Manizales y se distinguían las torres de la catedral. Recuerdo el inicio del desfile que se realizo cuando Luz Marina Zuluaga, fue elegida Miss Universo, desde la casa de los Vélez Jaramillo


    Casi todos los muchachos de Campohermoso estudiábamos en el Colegio de Nuestra Señora, unos más adelante, los otros iban entrando una vez cumplida la edad. Recorríamos veinte cuadras para ir al Colegio, y debíamos pasar por los Agustinos, el Teatro Olimpia, la gobernación, la policía para llegar al colegio, 





    Otras veces utilizábamos un camino cruzando la galería hasta llegar al Parque Liborio y luego subir a la calle diecisiete. 




    la ruta de la galería, como pasábamos por varios bares, en lo que solo se escuchaban “tangos”, allí creo que nació el interés por las melodías Argentinas, éramos muy pibes, por lo cual nos sorprendía ver a los borrachos tocarles las nalgas a las “coperas” lo que jocosamente comentábamos entre amigos del viaje hacia el barrio.

    Éramos grupos de estudiante que hacíamos el recorrido: Mario de la Calle, Raúl Fernando, Lisimaco, Leopoldo, Humberto, ”Popí” los Hermanos Gómez, en fin todo la muchachada del barrio. Nos convertimos en fanáticos de nuestro colegio, su himno parecía más un canto de batalla.

    “juventud lisonjera esperanza
    Que triunfad por venir avizoras
    Entonad la ferviente alabanza
    Del colegio de Nuestra Señora”



    Los estudiantes de Campohermoso, sobresalían en sus estudios.
    El Campohermoso de la década del cincuenta, casi que entre sus habitantes tenía todo el Tribunal Superior de Manizales, razón para que sus padres fueran exigentes con los estudios de sus hijos y la verdad que en las clausuras de los colegios donde estudiábamos, algún campohermosuno sacaba la cara por el barrio.
    En los años 1951 y 1952, pasábamos las vacaciones tanto las cortas como las largas en Salamina, donde vivía mi abuelo Pedro Luis Gutiérrez Ospina, viajábamos desde Manizales en la “carriola” de los españoles, recuerdo que siempre debíamos tomar “mareol”, el olor a la gasolina y una carretera sin pavimentar, producía el malestar, casi siempre teníamos que soportar “derrumbes”, las condiciones de la vía eran realmente pésimas, algunas veces viajábamos con los Giraldo Echeverri, amigos de Campohermos y también con abuelos en el pueblo, eran Julián y Abel y Jimmy, pues los demás nacieron por los años posteriores en Campohermoso.
    En Salamina, nos reuníamos con los primos que viajaban de Cali, Eduardo Gutiérrez Carrasquilla y de Barranquilla, Humberto y Octavio Gutiérrez Gutiérrez, pertenecíamos por la época de navidad al Coro de la Iglesia dirigido por don Hernán Gaviria, razón para que los “villancicos”, los supiéramos todos.
    En las vacaciones del 52, Jorge Hernán, que era mayorcito, nos llevo donde las Garcias, amigas y allí nos dieron a probar fumadas de cigarrillo, el resultado que Eduardo, Humberto, Octavio, Enrique y Luis Fernando, nos “enviciamos” al cigarrilo de tal forma que las platas que nos enviaban para gastar en golosinas, las invertíamos todas en paquetes de “Caribe” a $0.10 y nos apuntamos a esta marca porque era más económica, para evitar que fuéramos sorprendidos, viajábamos a la “Palma”, “Chambery”, lejos de los mayores, fumando un cigarrillo y con el mismo prendíamos el otro.
    El vicio se nos quito, cuando terminamos las vacaciones.
    Por la proximidad de nuestras edades tuve una amistad inseparable con Humberto de la Calle, en nuestros recorridos para llegar al colegio, ideábamos innumerables juegos para nuestro tiempos de ocio. Éramos “liberales”, razón que nos unió y fundamos la”Lica”, Liberales de Campohermoso, nos reuníamos en la casa de Humberto y para que pudiéramos jugar todos, tolerábamos a los conservadores del barrio, especialmente a nuestro amigo Mario Zuluaga Uribe.La sede de la LICA, era la casa de Humberto, que la presidia una foto de Alberto LLeras Camargo, haciendo la V de la victoria, creo que era una foto del plebiscito del 57.
    Por esos años creamos en el sótano de los Uribe Mejía, un senado, los escritorios eran cajones de madera y para entrar al senado, el principiante debía pronunciar un discurso, una vez tuvimos que aceptar que Zambrano, un popayanejo que vivía entre nosotros, recitara “Patria te adoro en mi silencio mudo”, para cumplir con los estatutos y superar el bache, ya que no se le antojaba nada.El Presidente de este Senado era Humberto de la Calle.
    • Jugábamos futbol todo el día en vacaciones, una vez arreglamos la cancha sobre la calle once y la nominamos “los juncos”, teníamos dos equipos rojos y azules, compuesto por afiliados de acuerdo al partido político, que generalmente era el de la familia, el uniforme no faltaba, aquí nos acompañaba Oscar Laverde, quien vivía en el “carretero”, pero lo considerábamos como del barrio.
    Otra cancha de futbol que fue muy utilizada era “la Batea”, situada en Campohermoso alto, jugábamos en tiempo de vacaciones, desde la seis de la mañana hasta entrada la noche, nos turnábamos para ir a almorzar.

    En un día del amor, le compre en un almacén de la calle 21, un anillo y par de aretes para llevarle a Nora Lucia, con la timidez que produce la edad, se los lleve y una vez entregue desaparecí del lugar. A los pocos días me los devolvió con una extensa carta que parecía hecha por su padre, donde me explicaba que estábamos muy niños para sostener tal compromiso, realmente lo éramos, con el “guayabo” que me produjo el rechazo, utilice en compañía de Humberto y mi hermano Leopoldo, un “puente” festivo construyendo una cueva en las mangas del barrio y que llamamos “los tres mosqueteros”. 
    A propósito en las mangas de Campohermoso, existían un par de cuevas: la del diablo y la del ángel, tenían entre 100 y 50 metros de longitud respectivamente, llenas de murciélagos, la tradición decía que eran producto de la “guerra de los mil días” y otros de la defensa de Manizales a las tropas del General Tomas Cipriano de Mosquera, a quien irónicamente derrotaron allí, por los años de 1860, Mosquera había como Presidente de Colombia, promulgado las leyes, para dar inicio a la “Colonización Antioqueña” en las tierras al sur y que dieron como respuesta que la primera ciudad fundada con motivo de este hecho fue Manizales un doce de octubre de 1848.
    Por este tejemaneje, se firmo “El tratado de la esponsion”, donde Mosquera capitula de sus pretensiones y dejo para siempre el nombre que lleva la carrera venti tres en la historia de Manizales. 



    En estos recorridos, nos volvimos asiduos asistentes a los debates de la Asamblea Departamental, con Humberto, pasábamos horas enteras escuchando las discusiones de los diputados de la “duma”, donde eran protagonistas de primera línea: Jorge Mario Eastman, Rodrigo Marín Bernal en fin los políticos del Gran Caldas.
    Por esos años iníciales a la década del cincuenta, vivimos momentos importante de la vida colombiana, nuestras primeras comuniones, el golpe de estado de Rojas Pinilla a Laureano Gómez, la televisión en el año 1954, el primer aparato que conocí lo tenía el Dr. Aníbal Gómez, recuerdo los primeros programas “Boston Black” y la introducción –Radiodifusora Nacional de Colombia Bogotá-Medellín-Manizales-Alto del Magdalena y luego aparecía la figura del General con sus medallas lucidas en su pecho. 
    LA DICTADURA DE ROJAS PINILLA
    Tenía ocho años de existencia, hacia escasos 13 días había recibido en unión de mi hermano Leopoldo y otros amigos de curso, la Primera Comunión, en solemne ceremonia en el Colegio de Nuestra Señora. El Nuncio Apostólico representante del Papa en Colombia, Monseñor Antonio Samore de visita pastoral en Manizales, había presidido la ceremonia. 
    Samore, hizo parte del sacro Colegio Cardenalicio, tiempos después y fue nombrado por el Papa, como medidor del conflicto sostenido por Chile y Argentina, por un canal en el Mar de Magallanes, en la punta sur el continente americano. Su intervención en el caso fue altamente positiva en la solución del diferendo geográfico.
    El general Rojas, jefe general de las Fuerza Militares el día 13 de junio del año 1953, derroco al presidente constitucional Dr. Laureano Gómez en incruento golpe militar. Las distintas fuerza políticas del país, compuestas por los dos partidos tradicionales, aceptaron la acción golpista y pronto se unieron sus dirigentes, a las huestes de los facciosos del general insubordinado. Permanecieron fieles al Presidente destituido, sus amigos, quienes constituyeron la que se llamo el “batallón suicida”
    Rojas formo un gabinete de gobierno mixto, compuesto por sus amigos y políticos de los partidos ancestrales, quienes nunca en la historia política han sido huérfanos del poder, prefieren deponer sus convicciones ideológicas, pero el poder siempre estará con ellos.
    El pueblo guardo las ilusiones con el general, el país podía tener un buen destino, decían. Los años posteriores al nueve de abril de 1948, cuando fue asesinado el líder y progresista jefe liberal Jorge Eliecer Gaitán, iniciaron un sanguinario proceso político, avalado por las fuerzas que detentaban el poder.
    No conservo con mucha fidelidad, esos años, estaba más preocupado por jugar, en el barrio de mi infancia: Campohermoso y ver las películas de vaqueros o de viajes espaciales, leer los cuentos del pato Donald y Pluto; de Roy Rogers, Hoppalond Cassidy, Gene Autry, o inventar juegos de guerra en las mangas del barrio que observar los enredos que ofrece la política.
    Rojas, de lo primero que se encargo fue modificar la constitución política y creó una asamblea de bolsillo que nomino la ANAC, Asamblea Nacional Constituyente, que como cosa rara vario el periodo presidencial, con el objeto de permanecer más tiempo en él. El primer detalle, que realiza un dictador es cambiar las reglas del juego, para permanecer más tiempo en el poder. El espíritu de la democracia es la alternación del poder y es lo primero que debe transformar el dictador.
    Los estudiantes de la época cantaban parodiando una canción religiosa, que hablaba de la aparición de la Virgen de Fátima en Portugal un día 13 de mayo, así: “El trece de mayo la Virgen María, bajo de los cielos a Coba de Iría…”por “El trece de junio la Virgen María cambio el presidente por un policía”, pero fueron los estudiantes quienes no soportaron la dictadura y se revolucionaron contra el hombre, a ellos después se integraron los políticos, para conservar su oportunismo. Fueron cruentas las marchas de los estudiantes y el sacrificio de jóvenes hombres que entregaron sus vidas por la libertad democrática.
    Por esos años contaba ya con doce años y asistí a las marchas que los estudiantes organizábamos para tumbar al déspota instalado en el poder, fueron varias semanas de permanente conflicto contra las fuerzas del dictador; donde sus seguidores enclavados en el gobierno local, tomaban todo tipo de medidas para frenar la protesta, siendo muy utilizado el toque de queda, que dejaban a muchos seguidores encarcelados por los esbirros del tirano militar , al no poder evitar la persecución, buscando la debida protección. Los estudiantes éramos dirigidos por los Universitarios, casi todos estudiantes de la facultad de derecho.

    Del Colegio Nuestra Señora en la primaria, los profesores: don Jorge Bayer, Carlos Giraldo, Eladio Montoya, Enrique Cañas, Miguel Flórez y el rector Padre Fernando Uribe García.
    Los exámenes finales de la primaria del Colegio, eran orales y en presencia de todos los padres de familia, en el salón de clases previamente adornado de una mesa con su florero, allí la ocupaban los tres examinadores.
    Recuerdo un año en que estábamos en la ceremonia respectiva de los exámenes orales y mi madre que era la encargada de asistir, pues mi padre por esos años ocupaba la Secretaría de Gobierno de Manizales, ella se demoraba en llegar. Fueron examinados todos los estudiantes, como definitivamente no llegaba, toco examinarme solo. Yéndome bien en la revisión oral. Cuando salía del colegio para la casa llego y me dice que hace aquí y, explicándole lo sucedido, dice no camine encontrándose con los profesores encargados del examen, quienes en vista de esto organizan nuevamente el salón que ya lo habían desbaratado, ponen de nuevo todos los atuendos y solo me revisan en presencia de ella, la vedad es que me estaba yendo mal, pronosticándose una estruendosa rajada, que no se cómo salve.
    Las mangas de Campohermoso ocupan un lugar preferencial en la infancia, jugábamos de dueños de “fincas”, cada cual tenía un lote y el dinero inicialmente eran hojas de “chilca”, luego fueron reemplazados por los documentos que sobraron del censo de 1951, que nos regalo Lisimaco, pues su padre había sido colaborador de este.
    Los más grandes utilizaban como “bestias” a los pequeños, por esta época jugábamos de “pelota envenenada”, “cucli”, “carreteras” “Yaz”, ”rayuela”, “o a”, “esconde la rama”. ”Trompos”
    En el andén de la casa de Don Carlos Cadavid, inicialmente jugábamos de “carritos”, y posteriormente utilizamos el andén para rodarnos en una tabla a la que previamente le habíamos echado grasa para que rodara mejor, pasábamos por la casa del Dr. Jorge Eduardo y terminábamos en una caída libre al llegar a la casa del Dr. Antonio Duque.
    Una vez logramos una puerta tan grande y la utilizamos de “tabla” y nos rodábamos todos los muchachos del barrio, cabíamos como quince
    El juego era muy perseguido por los mayores, pues el andén quedaba impregnado de grasa y esto hacia que la gente que transitaba por él, se resbalara y por ende terminaban golpeados. 


    Mi hermano Jorge Hernán, Myriam Zuluaga y Mario de la Calle, como eran mayores, tenían un periódico que se llamó “Planeta”, en el aparecían los sucesos del barrio e incluía pagina social.
    Los domingos eran especiales, después de asistir obligatoriamente a misa al colegio con el uniforme negro, a las ocho de la mañana, si nos habíamos manejado “bien”, en el colegio, podíamos ir a “matinée”, en los teatros “Olimpia”, “Cumanday”, “Caldas” o “Manizales” generalmente presentaban dos películas iniciando a las 11 de la mañana hasta bien entrada la una. El teatro se llenaba de todos los muchachos y muchachas de los colegios: Nuestra Señora, Cristo, San Luis, Presentación Sagrado Corazón, Santa Inés. Era el momento para conseguir novia, ya que antes de iniciar la película, generalmente los hombres nos recostábamos en la silleta de adelante para mirar toda la platea. 

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    El hecho mas trascendental era “cogerle la mano”mmmmmm


    El hecho más trascendental por estos años era “cogerle la mano”, en el cine y una vez apagaban la luz para iniciar la película a la niña que se pretendía, por varias razones, primero constituía un acto de valentía y segundo era mal visto por los otros “pelaos”, los que luego ponían “la queja” y santo problema , la niña quedaba “castigada” por un tiempo largo y cuando se le levantaba la sanción, la mandaban con un “candelero”, para que vigilara su comportamiento.

    Las películas eran habitualmente de “vaqueros”, o de “viajes espaciales”, a la entrada del teatro los Gómez, comparaban las revistas o “monos”: Tarzán, Superman, Gene Autry, Roy Rogers, Hoppalond cassidy, Pluto, El pato Donald, las que después de leerlas nos las prestaban, creo que por allí nació el deseo de leer.
    Al terminar las películas regresábamos con hambre a nuestras casas, pero en el viaje nos volvíamos a contar lo que acabamos de ver.
    Por las películas “espaciales”, jugábamos en las mangas del barrio de naves espaciales en la conquista a la luna y nos interesábamos por la astronomía.
    Raúl Fernando Gómez, en unas vacaciones larga que paso en Medellín, nos trajo un bate y unas manillas, aquí conocimos el Beisbol, pero nos lo enseño mal. Disponía el “pitcher”, “el cátcher” y los jardineros, la cancha era bien irregular, llena de ramales. El bateador de un equipo, si le daba duro a la bola está se desaparecía en los ramales, el iniciaba el recorrido para hacer su carrera, los “jardineros” del otro equipo, debían salir a buscar la bola, mientras el jugador que había bateado daba vueltas indefinidamente, pues la bola a veces no se encontraba y cuando la encontraban el paraba en la almohadilla inicial y hasta allí eran validas las carreras, de manera que el resultado podría superar las cien carreras por equipo.
    El niño Dios le había traído un traje de vaquero, el nos decía que había sido de Roy Rogers, a Raúl, como era de los mayores de esta “cochada”, nos puso a todos de “Indios” y así jugamos de vaqueros con nuestro héroe.

    Lisimaco pasaba sus vacaciones en Bogotá, cuando regresaba nos entretenía horas completas en la esquina de la carrera doce con diez siete, contándonos sus aventuras con “Tin Camacho”, lo hacía tan bien que todos le creíamos. 


    Una vez en una de las autopistas de Bogotá, se le robaron unas copas lujosas a otro carro, desde el carro donde iban a gran velocidad, abriendo la puerta trasera y con el cuerpo sostenido en el aire tomaban la copa. Que tal y todos quedábamos, sorprendidos por la increíble acción de nuestro amigo.
    Las Estrada Hoyos, Zuluaga Uribe y los Orozco Gutiérrez, pasábamos nuestras vacaciones en Cali, éramos asiduos veraneantes del Club San Fernando, allí en la piscina le enseñe a nadar a Lucia Zuluaga Uribe, que placer tan grande, era una monita muy linda y con semejante instructor, para que mas. Y lejos de doña Ernestina 
    En la década de los cincuenta, cuando apenas adquiría el “Uso de razón”, fui llevado por mis padres a visitar al abuelo materno que se había trasladado con sus hijas a Cali. El pertenecía a las familias venidas de la montaña en la diáspora que constituyo la “colonización antioqueña”, buscando tierras más al sur, en lo que hoy constituye el Gran Caldas: Caldas, Quindío y Risaralda.
    Cali era una bella ciudad, donde lo que más se distinguía era su clima tropical y el viento que venía del mar Pacifico por la ruta de los Farallones. La ciudad empezaba a ser asiento de los emigrantes de la violencia, que por esos años azotaba las regiones de Colombia, muy especialmente el centro del país, gentes que huyendo del terror buscaban la paz que daban las calles de la nueva urbe.
    En la época referida, se distinguía el Club San Fernando y muy especialmente a Lucho Bermúdez, el gran compositor, del porro del mismo nombre e intérprete con su fantástica orquesta, de otra pieza histórica para la ciudad y su gran equipo de futbol el Deportivo Cali, la siempre eterna melodía que sirve de himno de batalla a la institución “gloriosa” como la llamamos sus admiradores: “el pachito eche”.
    El ambiente de la ciudad era tranquilo, el rio cruzando la ciudad, hizo brotar del pensamiento inspirado del gran vate Eduardo Carranza, su inmortal verso de “Cali es un sueño atravesado por un rio”.
    Cuando me despedía de ella, para retornar a “Mi Manizales del Alma”, me sorprendía una inmensa nostalgia, dejando atrás lo que admiraba de su ciudad, su clima y la belleza de las mujeres, acariciadas por la leve brisa del viento sobre sus vaporosos ropajes, el edificio del Hotel Aristi, al que consideraba la estructura más grande del planeta.

    BACHILLERATO
    En 1957, entre al bachillerato de Nuestra Señora, esto me hacia considerar como un hombre, el Colegio quedaba en la carrera 24, arriba del Palacio, Arzobispal.


    Recuerdo que continuamos muchos amigos que veníamos desde la primaria de Nuestra Señora: Jairo Antonio Mejía, Eduardo Londoño, Carlos Alberto Zuluaga, Adolfo Gardner, Julio Alberto Medina
    Las muchachas de Campohermoso tenían fama de bellas, razón que exponían los amigos del Colegio, para que los invitáramos al Barrio,
    Cuando iniciamos la época de las fiestas, Campohermoso era muy unido, las muchachas nos enseñaron a bailar y el “botecito” fue la forma fácil de empezar, luego arriesgábamos más hasta encontrar la perfección.
    Jorge Hernán Orozco, era un tigre para realizar “reinados” con las muchachas de Campohermoso, la coronación era primero en la calle y luego en alguna casa, los edecanes eran los muchachos del barrio, que llevábamos las reinas al son de una bella melodía, por eso casi todas las muchachas de campohermoso fueron reinas, de estos certámenes de belleza y galantería. 
    Cuando éramos invitados a otras reuniones bailable, “repichingas”, fiestas de quince años, llegábamos la patota de Campohermos y allí se empezaba la reunión.
    En ese año nos toco ver el derrocamiento del dictador Rojas Pinilla, los toques de queda, las manifestaciones y por fin el 10 de mayo día en que en una manifestación de victoria murieron varios estudiantes, en el edificio del SIC, que era cerca del barrio. El dictador no fue capaz de soportar el acoso estudiantil, irrigado por todo el país y sucumbió el 10 de mayo de 1957. Dejando encargado del gobierno a una Junta Militar compuesta por 5 militares, cabeza de las distintas armas en que se componían las fuerzas militares.
    Ese día fue glorioso para el país, salimos temprano a organizar las marchas del triunfo. La toma de la Bastilla en la Revolución Francesa, la considerábamos un juego de nenes. Ese día estábamos construyendo la historia más grande de la humanidad, al menos así lo considerábamos los protagonistas del momento. Recorríamos triunfantes las calles y avenidas principales de la ciudad y cada vez se unían más gentes: hombre, mujeres, niños y ancianos.
    Los líderes del entusiasmo victorioso, consideraron que debíamos rescatar a nuestros presos, detenidos en el Edificio del SIC, “Servicio de inteligencia Colombiano” compuesto por detectives, afectos de primera línea al régimen depuesto, pavorosos sicarios, responsable de miles de desmanes y atropellos a las gentes levantadas contra la opresión dictatorial. La marcha tomo ese rumbo, el inmueble ubicado cerca del centro de la ciudad, correspondía a un viejo edificio, que había tenido varios usos: escuela, cárcel, oficinas.
    Encabezando la marcha- acompañaba -a los líderes y a los portaestandartes, donde el tricolor nacional, lucia impetuoso como símbolo de libertad, razón suficiente para llegar de primero a la puerta del edificio, donde estaban nuestros amigos detenidos, días antes por el régimen. 
    El lugar se fue llenando de los caminantes que con gritos airosos, pedíamos la libertad de los estudiantes detenidos. La cuadra se colmo de gentes, cada vez se reclamaba la libertad con más hostilidad, cuando los líderes, dispusieron derribar la puerta del edificio. De las ventanas ubicadas en la parte alta y que daba a la calle, empezaron a sonar disparos de armas realizados por los detectives del SIC, el caos fue general, corriendo como locos buscábamos protección de las armas asesinas, en la carrera tropecé con cuerpos de hombres que yacían en la calle, correspondía a estudiantes que habían sido blanco de los disparos, me refugie a la vuelta de la calle, observando el caos y escuchando los disparos que continuaban.
    Ese día murieron varios estudiantes que encabezaban la marcha de victoria y que en mi huida buscando un refugio, me toco saltarlos.
    La llegada del ejercito calmo la situación, pero el día que depusimos al déspota entregamos al altar de la patria más sangre de estudiantes. El costo de la democracia casi siempre es muy alto. 
    Ese día fue héroe Don Roberto Jaramillo, pues arrebato la ametralladora, a un detective del SIC, quien se aprestaba a dispararla.

    La Junta militar gobernó por un año, entregando el poder a una alternación que se idearon los jefes políticos: Alberto Lleras del partido liberal y Laureano Gómez,- el presidente derrocado-, por el dictador, en nombre del partido conservador.
    Alternación que tomo el nombre de Frente Nacional. El gobierno cada cuatro años era dirigido por un miembro de un partido y el siguiente periodo por el otro partido. Los partidos liberal y conservador gobernaron durante diez y seis años. El proceso lo inicio el Periodista Alberto Lleras Camargo y lo concluyo el conservador Misael Pastrana Borrero.
    El Frente Nacional, aclimato en alguna forma la paz en el país, se le cobra que el amancebamiento de los partidos, nos llevo a una corrupción generalizada. Cuando no hay oposición que vigile el comportamiento de quien está en el poder, lleva necesariamente a un grado de descomposición de las costumbres políticas.
    El general golpista, permaneció varios años en el exterior. Siendo juzgado, por sus acciones de desestabilización del orden jurídico y político. Esto lo hizo regresar, al país siendo apresado por el presidente Lleras y confinado en alta mar en una corbeta de la armada.
    Durante la dictadura de Rojas Pinilla, fueron gobernadores de Caldas, los militares Polonia Puyo, Cuervo Araoz, Sierra Ochoa.
    En 1958 murió el Papa Pio XII, Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, en el colegio asistimos a su larga agonía ocurrida en Castel Gandolfo, realmente el catolicismo impuesto en el Colegio cubría todas las manifestaciones y deberes espirituales, recuerdo bien las Procesiones del Sagrado Corazón, donde miles de delegaciones de todos los pueblos de Caldas, llegaban a Manizales y la organización que le imprimía al acto el Padre Adolfo Hoyos Ocampo. Desfilábamos con el uniforme olímpico del Colegio en imponente entrada a la Plaza de Bolívar de Manizales.
    Con mucha guasoneria imitábamos al Padre Hoyos, “Entra el Colegio de la Presentación y la Policía montada…”





    De regreso de Cartago de vacaciones traje la idea que se la comunique a Humberto de la Calle, de fundar el “Partido Liberal utópico”, había leído La República de Platón, que habla de una sociedad idealizada y de Tomas Moro que habla de Utopía, como una comunidad ficticia, que contrasta con la sociedad humana contemporánea.
    En 1960 escribimos a todas las Embajadas de países que tenían relaciones con Colombia y durante mucho tiempo recibimos información de estas, recuerdo que de la República del Brasil, me enviaron una caja que contenía gran cantidad de libros sobre “Operación Panamericana”, tenían que ver con las políticas del Presidente Juscelino Kubischec, el realizador de Brasilia, las intervenciones de los arquitectos Oscar Niemeyer, el principal arquitecto y Lucio Costa, principal urbanizador, construcción iniciada en 1956 y declarada capital del Brasil en 1960
    Por aquellos años fui un ferviente admirador de John Fistgerald Kennedy, elegido presidente en ese año, me interesaba porque fue el primer presidente católico de los Estados Unidos y quien gobernó desde el 1961, hasta su asesinato en Dallas Texas en 1963
    Coleccionaba todos los recortes de prensa sobre el presidente inmolado, mi pretensión era realizar un libro sobre Kennedy.
    Por estos años llegan a Nuestra Señora, los hermanos Marcel y Henri Saffon Bourthoumie y vuelve Francisco Javier Marín Bernal, “pacho” a quien también le decíamos “La mirla”, nos conocíamos desde la primaria de Nuestra Señora, pero entro a San Luis Gonzaga cuando este colegio inicio labores en 1954. Por amistad también los volvimos Campohermosunos .El noviazgo de Marcel y Pastorita Cruz, hizo historia en el barrio.
    En 1960 se celebro uno de los festivales de Campohermoso, ya era dirigido por el Padre Raúl Jaramillo y los muchachos de la calle 17 y carrera doce teníamos la misión de vender las paletas, esto lo realizábamos en el Parque Liborio Gutiérrez, donde además se instalaban las casetas de comidas trago y juegos
    .


    Vendiendo paletas me encontré con una hermosa niña, con una mirada imposible, averigüe y era María Isabel Villegas García, el recuerdo más grato que tengo de mi pubertad, vivía en el Campohermoso que da hacia el Colegio del Sagrado Corazón, sus padres eran don Héctor Villegas Jaramillo, hijo del gran político de Caldas de inicio del siglo XX, Aquilino Villegas y la dama Santandereana doña Carmenza García. Con esta niña quede prendado por mucho tiempo, en la conquista que trate de ejercer en este acto de amor, me leí la biografía escrita por el profesor de literatura del Instituto Universitario, don Hernando Luchini, sobre su abuelo titulada “Un varón de una raza”, así llegaba para impresionarla. 

    Un día quise escribirle un poema, había leído por esa época a nuestro vate Eduardo Carranza, en su poema “Teresa”, bella dama caleña de quien el bardo llanero se había enamorada y que se inicia así.”Teresa en cuya frente el cielo empieza….” Consideraba que ya estaba escrito todo respecto a la mujer. Sin embargo me atreví, como Teresa rima con empieza, inicie la búsqueda de palabras que rimaran con María Isabel, por todas partes incluyendo el diccionario Larousse.
    Cascabel, papel tonel, Luzbel, el intento era bien difícil, compuse un verso del cual me he arrepentido toda la vida, por el poeta que quise ser.
    “María Isabel la que con su virtud mato a Luzbel”, que tal la inspiración del novel lirico. Creo que hasta aquí me llegaron las ganas de ser poeta.

    No me quedo con las ganas de trascribir el soneto a Teresa de Eduardo Carranza.

    SONETO A TERESA
    Teresa, en cuya frente el cielo empieza,
    como el aroma en la sien de la flor.
    Teresa, la del suave desamor
    y el arroyuelo azul en la cabeza.
    Teresa, en espiral de ligereza,
    y uva, y rosa, y trigo surtidor;
    tu cuerpo es todo el río del amor
    que nunca acaba de pasar. Teresa.
    Niña por quien el día se levanta,
    por quien la noche se levanta y canta,
    en pie sobre los sueños, su canción.
    Teresa, en fin, por quien ausente vivo,
    por quien con mano enamorada escribo,
    por quien de nuevo existe el corazón

    Esto es lo que quería decirle a María Isabel, que tal?

    Un diciembre bajé a la Ermita, era domingo, en el atrio de la iglesia me encontré a María Isabel, me conto que sus padres le habían regalado un viaje a México, para disipar la separación por un tiempo, me aprendí este poema de Julio Flórez 


    CUANDO LEJOS, MUY LEJOS
    Cuando lejos, muy lejos, en hondos mares,
    en lo mucho que sufro pienses a solas,
    si exhalas un suspiro por mis pesares,
    mándame ese suspiro sobre las olas.

    Cuando el sol con sus rayos desde el oriente
    rasgue las blondas gasas de las neblinas,
    si una oración murmuras por el ausente,
    deja que me la traigan las golondrinas.

    Cuando pierda la tarde sus tristes galas,
    y en cenizas se tornen las nubes rojas,
    mándame un beso ardiente sobre las alas
    de las brisas que juegan entre las hojas.

    Que yo, cuando la noche tienda su manto,
    yo, que llevo en el alma sus mudas huellas,
    te enviaré, con mis quejas, un dulce canto
    en la luz temblorosa de las estrellas.

    Hernando Gómez, me regalo una fotografía de María Isabel, era la de su pasaporte, la puse en el testero de mi cama, para que iluminara mi vida, el amor que tenia por ella, debo decir fue muy grande.

    Por esos años se celebro un campeonato juvenil de básquet ball interbarrios, los muchachos de Campohermoso lo practicábamos con regularidad en el garaje de la casa de don David Duque y sobresalían Lisimaco, Sotico y Leopoldo Enrique, así que Lisimaco como líder, integro el equipo de Campohermoso, agregándole unos refuerzos del Instituto Universitario: Pacho Bolívar y Jorge Eduardo Quintero, con Gonzalo Zuluaga.

    En vista que quedaba como suplente con inmensa posibilidades de no jugar, organice en el Colegio un equipo, con Jairo Mejía, Eduardo Londoño, Efraín Escobar, Arturo Arango , el “rolo” Silva y el Gordo Mora, estos últimos internos del Colegio. Escogimos como nombre “Centenario”, un barrio cerca del colegio

    Los menores de Campohermoso, viendo que no podían integrar el equipo de Campohermoso, formaron uno que se llamo “Chipre”, integrado por Hernando y Alonso Gómez, Humberto de la Calle, mi primo “el caleño”, Eduardo Gutiérrez Carrasquilla, que por esa época vivía con nosotros, ”popí”, El Mono Zuluaga, Mario Zuluaga, Hernán Alberto Giraldo

    La inauguración se realizo en el Coliseo Cubierto de Manizales, todos los barrios tenian su representación, las Madrinas de los equipos en que teníamos participación llevaron a Piedad Estrada por “Chipre”, María Cristina Orozco por “Centenario” y Amparo Ramírez por “Campohermoso”, pero realmente todas eran de Campohermoso.

    Cuando ingrese a quinto de bachillerato, un inesperado cambio sucedió en nuestra cotidianidad, al salir del colegio a las 5 de la tarde, no nos dirigíamos directamente para Campohermos, conocimos el encanto de la carrera 23 en Manizales, con los compañeros del colegio nos íbamos para esta vía y ocupábamos las “barras de la catedral”, los muros del Banco de la República, la vitrina del viejo Club Manizales por esta costumbre nos volvimos “cocacolos”, así se le decía a los muchachos que frecuentaban esto lugares. Además recorríamos la carrera hasta el Colegio de Cristo, nuevos amigos conocimos.
    Por estos recorridos, algún día vi cerca del Parque de Caldas una bella colegiala, Liliana Jaramillo Arango, quede prendado de su belleza, razón para solicitarle a mis amigos pasar por su casa para “coquetearle”, mi encanto por Liliana, duro esos años nos hicimos amigos y asistíamos a fiestas, sin embargo nunca me “le declare”, como se decía en el “argot” del momento, en los paseos que realizábamos , un día fuimos a la “Rochela” propiedad de los Jaramillo Sanín, no se me olvida que los compañeros del “jeep” en que viajábamos me increparon y me iban a bajar del vehículo porque no me sabia “flor Manizaleña”, ese día me la aprendí. Por estos años Carmenza Duque, iniciaba su estruendosa carrera de cantante y nos dábamos el gusto de escucharla en los “paseos” que regularmente se programaban



    En los muros del Banco de la República, nos reuníamos Marcel Saffon, Henri “el pote” Saffon, Pacho Marín, Eduardo Londoño, Jairo Mejía, Julia A. Medina “El gordo” los viernes era un día especial porque la 23 se llenaba de colegialas y que decir los sábados. 
    Por este año conocí a Simón Vélez Jaramillo, viajábamos juntos desde la carrera 23 hasta Campohermoso, horas enteras hablábamos sobre Colombia, recuerdo que se la pasaba dibujando en un papel, componiendo y creando figuras, su padre Robert, era el Arquitecto más reconocido de Manizales y su tío un intelectual bohemio escritor y pintor, colaborador del periódico local “La Patria” y la pintura casi siempre de la imagen de la Virgen, recuerdo su libro “Las llaves falsas”, un diario de su juventud que coincidía con situaciones de la segunda guerra mundial y su vida en un sanatorio, en donde le estaban realizando un tratamiento por su adicción a la mariguana.

    En 1962 termine los estudios secundarios, durante el año, ya había concretado que seguiría Ingeniería civil y descontaba el pensamiento que llevaba por varios años de estudiar derecho. Nos preparamos en la Universidad de Caldas, para los exámenes de admisión, desde esa época mostré mi “mamagallismo”, en las distintas materias en que nos revisaban para dichos exámenes. En biología el Dr. Restrepo pregunto: que cual era la diferencia entre un hongo comestible y un hongo venenoso, y la respuesta que se me ocurrió, hizo que el profesor me expulsara de la clase, dije que se lo comiera si no le pasaba nada era comestible y si si era venenoso.

    Me gradué el 16 de noviembre de ese año con: Jairo Mejía. El Pote Saffon, Pacho Marin, Julio A. Median, Carlos Alberto Zuluaga, Eduardo Estrada, Rodrigo Cardona, Carlos E. Posada, entre otros


    UNIVERSIDAD
    En 1963, ingrese a la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional, había presentado previamente los exámenes de admisión, ya que trate de estudiar en Medellín en la Facultad de Minas.

    Recuerdo el primer día en el aula de la facultad, alguien había escrito en el tablero:
    “Muertos no son los que disfrutan de la loza fría
    Muertos son los que teniendo novia
    Quieren también estudiar ingeniería”. Muchos de los inicianteés rompieron sus relaciones que había hecho en bachillerato.
    Los estudios eran de verdad exigentes y el cambio con los que habíamos acabado de dejar, en bachillerato evidente.
    En las primeras “composiciones” así se llamaban los exámenes, el resultado fue de estruendo fracaso, me rajó El Ingeniero Jorge Manrique, paisano de mi padre, el enseñaba algebra. Se le conocía porque en las preguntas era “gordero” y los exámenes de años anteriores que los conservaban quienes iniciaban la materia así lo probaban, igualmente el ingeniero Jorge Ramírez, nos enseñaba Aritmética Analítica, creo que lo único que gane fue ingles que nos lo enseñaba Carlos Valencia 

    En vista de los resultados con el natural enojo de mis padres, me retire de la facultad y con el disgusto de toda la familia. Un tío me reclamo en la Ciudad de Cali, para laborar en una de sus empresas, de despachador en Buenaventura o Barranquilla, de su Empresa de camiones
    Viaje a Cali, me recibieron en su casa mis tías, esa noche recibí la visita de mi primo hermano el médico Raúl Álvarez Gutiérrez, el mayor de la prima menta y quien se había graduado con muchos sacrificios en la Universidad de Antioquia, después de una diatriba de más de dos horas, sobre mi comportamiento en donde me explicaba el error que estaba cometiendo se despidió.
    Al día siguiente muy temprano fui citado por mi tío, el empresario a su oficina, llegue un lugar elegante, él era el Gerente de Roldan y Cía., una empresa de Aduanas. Después del consabido regaño, me interrogo y usted que sabe hacer?
    Que podía responder, sabes escribir a máquina, respondí no.
    Su prima hermana Mariana, era propietaria e instructora de la Academia Mecanográfica para Señoritas, más elegante de la ciudad, El Instituto Gutiérrez, allí me envió con las distintas instrucciones.
    Llegue a un lugar cerca de la Gobernación del Valle, salones colmados de hermosas mujeres, eran las alumnas, allí delante de un grupo de chicas me presento e inicie el aprendizaje de tur, tur, tur, tur, tur. Era el único hombre.
    Lo primero que me paso fue que me enamore de la vecina una hermosa caleña de 18 años, mi tío quiso que me fuera a vivir a su casa con el objeto de tener más control sobre mi conducta, como castigo no me permitió la entrada al Club San Fernando, pero los amigos que tenia me buscaron la credencial y así alternaba el aprendizaje de mecanografía con las piscinadas en el Club, pero me di cuenta que mi carrera de ingeniería era lo que quería, pronto regrese a Manizales como faltaban algunos meses para los exámenes de admisión, nuevamente me encontré con Marcel Saffon e inicie una vagancia, con el hombre, quien no fue capaz de ganar segundo de bachillerato. Nos contrato “el loco Correa”, como vendedores de “Casa Club”, él era el gerente, un sistema para pagar la adquisición de casa por medio de club, realizando pagos mensuales, nos dieron las debidas instrucciones y nos lanzaron al “mundo”, con un álbum que contenía además de la propuesta económica, las fotos de quienes habían sido favorecidos en los sorteos mensuales y la respectiva casa.
    En la calle y ante el desconocimiento del negocio, el primer cliente que visitamos fue un carnicero en la Plaza de mercado.
    Mucho gusto señor, somos vendedores de “Casa club”, un sistema para adquirir su casa por cuotas, iniciábamos nuestra presentación, el carnicero estaba con par de filudos cuchillos realizando corte en la carne por lo cual sus manos estaban ensangrentadas y de acuerdo a las instrucciones recibidas previamente, debíamos primero extender las manos para el respectivo saludo, el carnicero en vista de la situación nos dio el codo y nosotros se lo mecimos. En esos momentos y por la situación nos da un ataque de risa, que contagiamos al carnicero, debiendo dejar el lugar para contener los deseos de orinar producidos por la risa. Ese fue el primer intento de venta en el nuevo negocio.
    La segunda experiencia fue en una casa de citas, ubicada por “arenales”, les explicamos a la dueña en su cama con todas las muchachas la oportunidad que tenían de tener casa propia para el establecimiento, allí concretamos el primer negocio, pero las muchachas, admiradas de Marcel, exigieron que él debía llevar los recibos para comprar el club, así se hizo y cada ocho días íbamos donde las muchachas.
    Un día se presento en la oficina un problema con las gentes de Aguadas, que dudaban de la seriedad de Casa Club. El Loco Correa, decidió enviar un vendedor veterano, Hernando Gallego y además para probarnos, en circunstancias difíciles debíamos acompañarlo, así que viajamos al Norte del Departamento, pasando por Salamina y Pacora, buscando clientes.
    Llegamos a Aguada y en el almacén de un insatisfecho, reunimos a todos los inconformes con la Empresa. Quien encabezaba el grupo de loa quejosos empezó tratándonos mal, de ladrones, durante las instrucciones el profesor nos había dicho que en ciertas circunstancias un cliente nos podía tratar de ladrón, eso lo debíamos aceptar pero en la repuesta, le debíamos demostrar que estaba equivocado y su apreciación de “ladrón”, correspondía a un despropósito de su parte, el amigo sumamente indignado continuaba con sus ofensas y violando lo aprendido en las instrucciones, Marcel y yo, iniciamos la más virulenta discusión, en donde hubo “Madrazo” de parte y parte, las cosas llegaron a tal extremo que Gallego, tuvo que emplear sus acciones para evitar la ida a mano que Marcel y yo, empezábamos. Después de horas de altercado, las cosas terminaron, en donde de parte de la Empresa, corregiríamos el proceder. Esa noche terminamos “bebiendo” aguardiente, abrazándonos y jurándonos amistad eterna


    Por esos años conocí una linda niña, Luz Marina Arango Pérez, vivía en la avenida “paralela”, había llegado su familia a vivir a Manizales procedente de Medellín, su padre era un Bancario importante.

    Un sábado me aliste, no obstante la timidez que me ha acompañado en la vida, porque sabía que ella debía venir a darse un “ventitrezaso”, recuerdo que la vi cerca de la “Suiza”, elegante sitio que servía de salón de té y pastelería, punto obligado de la muchachada, para encuentros, venia con su amiga del colegio Aida Camila Ospina, me “arrime” y las invite a una “miloja” , al entrar, el lugar estaba lleno, la edificación era muy vieja, creo que construida después del incendio de 1927 de madera, por lo que el piso temblaba mucho, con gran dificultad ubicamos una única mesa en la parte trasera después de realizar mil piruetas logramos sentarnos.
    La niña que prestaba el servicio nos atendió, tres Coca-Colas y tres milojas, fue lo solicitado, con muchos nervios conversaba, cuando llego el pedido al tomar una cocacola se derramo, los pies me temblaban de los nervios y estos hacían contacto con las “patas” de la mesa, lo que producía un movimiento en el piso, una vecina creyó que estaba temblando algo que ocurría con frecuencia en Manizales, situada en una alta zona sísmica y grito “esta temblando”, el despelote fue general toda la gente gritaba y corría en semejante estrechez, en un segundo quedo desocupado el lugar, pues a mí también me toco correr, aun sabiendo lo que pasaba. El epicentro era el contacto de los temblorosos pies con la “pata” de la mesa. Algo que no registraron los sismógrafos




    En 1964, nuevamente inicio la carrera de Ingeniería, conforme un grupo de amigos con Jorge Hernán Hoyos Orrego, “garufa”, Guillermo Gómez Estrada, Luis José Restrepo; “pánfilo ganso “, Alberto Gómez Gaviria, “cumbamba”.
    “Garufa” era el líder de la barra “los cerdos”, compuesta por Jorge Hernán Estrada, Federico Mejía, Luis Felipe Rueda, Roberto Jaramillo, “pichón”, tenían fama de tomadores de trago, el lugar preferido era “caree plato”, en la “Arenales”, detrás del Colegio de Nuestra Señora.
    Inicié estudiando en la casa de Garufa, su padre Don Jorge Hoyos Giraldo era el “hombre de la radio” en Manizales, tenía dos emisoras: Radio Luz y Radio Sintonía y Jaime su hermano el hombre orquesta de la radiodifusión, un buen estudiante pero como yo, más inteligente el que nos hiciera estudiar, estábamos muy jóvenes y ocupados en otros menesteres para dedicarle el tiempo al estudio y con una carrera bien complicada y difícil.
    Garufa, lo que si era un “artista”, para sacarle dinero a su padre, que lo más grave se lo dedicábamos al licor, un día, le pidió plata para comprar algo que requería en la Universidad: “Una regla de cramer”.
    La regla de cramer, es un teorema en algebra lineal, que da la solución de un sistema lineal de ecuaciones, su padre creía que era algo parecido a una regla T, utilizada por los estudiantes para el dibujo y no se ahorraba en plata y gusto con el objeto de atender los estudios del “díscolo”, Garufa. 
    Le prestaba los libros de ingeniería a Alberto Gómez Gaviria y se los llevaba “al viejo”, alegando necesitarlos, allí recibía el dinero y posteriormente se los devolvía, la verdad con este sistema nunca nos falto plata para el licor y lo empleábamos bien, sino era “careplato”, en cualquier tienda no faltaba la botella de aguardiente.
    Cuando no tenia forma de obtener dinero, tomaba un saco viejo de algún vestido abandonado se lo ponía y a “beber”, en la cantina donde nos apurábamos los “drinks”, cuando íbamos a cancelar lo adeudado, alegábamos no tener dinero, quien nos atendía nos veía cara de buenas gentes y para sanar la situación nos proponía que debíamos dejar algo, mientras traíamos el dinero. Con miles de dificultades se quitaba el saco y lo dejaba por la cuenta. Creemos que el tendero debe estar aguardando por la plata para devolver el saco.
    Doña Julia, su Madre una encantadora mujer, preocupada con la forma de beber de su hijo, un día me propuso: Luis Fernando, tómense sus tragos pero en la casa, yo los atiendo y asi no se van para la calle que yo considero peligroso, de inmediato le acepte, diciéndole que no quería tomar aguardiente, ella me dijo Yo hago el drama y le doy agua. Convencí a Garufa de la situación y acepto.
    El sábado teníamos la mesa de la casa adornada y doña Julia nos llevaba las copas del licor, recordando mis instrucciones en una licor y en la otra agua, brindábamos y al fondo, así nos cogían las dos de la mañana, después de haber sido bien atendidos en comida, pasantes y licor. A esta hora le daba por salir y con semejante borrachera, “la vieja” no estaba en condiciones de detenernos, por lo cual me decía Luis Fernando, no lo abandone y me tocaba que irme con mi amigo bien prendido y yo en “sano juicio”.
    Ese año, fui ungido, en el salón de actos donde “careplato”, con todo el protocolo, requerido, que incluía dormida en la silla, como miembro de la barra de los cerdos, actuaron como testigos de honor: Garufa, y Cumbamba. Titulo que llevo con distinción en la vida.
    ´Este era mi compañero de estudio de ingeniería.
    Como era de esperarse, aunque le quitaba tiempo a la diversión, para el estudio quedo faltando, por esos tiempos el año era “integral”, si se perdía una materia, se perdía todo el año. Razón para entregar otro año a la vida. La situación en casa paso de”morada” a”oscura”. Rápido mi sacrificada madrecita que me quería más que a “hijo bobo”, me consiguió empleo en Barranquilla en la calera de su hermano Guillermo.







    • A Nena Flueck Villegas y Gloria Estrada Hoyos les gusta esto.







      • Gustavo Villegas Negro es que usted si escribe muy bueno no??. Lo disfrute inmensamente
        24 de septiembre de 2011 a la(s) 22:35 a través de  · Ya no me gusta ·  1

      • Gloria Gómez NEGRITO DIOS BENDIGA ESA MEMORIA Y ESA 

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