Por: Luis Fernando Orozco Gutiérrez.
A esta “belleza” de ciudadano le tocó salir de la Procuraduría por la puerta trasera, por donde además debió haber entrado, por la elección inescrupulosa de sus amigos, que él ayudo a colocar en buenos puestos, restándole así la posibilidad a ilustres colombianos de ocuparlos por sus merecimientos. Valió más la intromisión indebida de este individuo, para ayudarle en esta forma a los que lo eligieron.
Ordoñez se ha comportado como un sujeto indigno de la posición tan importante que ocupaba, todo por defender lo indefendible, los comportamientos de su jefe Uribe y sus secuaces, acompañado a esto, de una trasnochada y obsoleta posición clerical.
Eso de tomar como bandera de batalla,- la ANTIPAZ-, lo ubica como el peor colombiano. Irse contra lo más sagrado de la Colombianidad: la PAZ, además de ser injusto es una arbitrariedad, en contra de nuestra constitución: la paz es un derecho y deber de obligatorio cumplimiento, en lo que estaba faltando este desafortunado funcionario para convertirse en un adalid del fascismo, a donde nos están llevando los uribistas y sus secuaces. Recordemos que el comunismo es igual de perverso al fascismo. El uno de derecha y el otro de izquierda. Pero el mal es el mismo.
En la elección de Ordoñez se desconoció el artículo 126 de la Constitución Política que consagra una prohibición que acarrea la nulidad del acto de elección, nombramiento o postulación de un funcionario que hubiere designado a sus electores, postulantes o familiares cercanos. Alejandro Ordóñez Maldonado efectuó nombramientos de parientes de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, órgano que lo postuló para su reelección.
Que tal la honestidad de procurador de que hacíamos gala tener en Colombia, otro pícaro en una importante y decisiva posición para los colombianos. Y lo peor en convertirse en un franco tirador de todo lo que significaba PAZ, para un pueblo urgido de reconciliación con su pasado.
Ordoñez, por su odio al presidente Santos, se estaba convirtiendo en un opositor de todo lo que Santos, iniciaba y producía para el bienestar del pueblo y como Santos estaba empeñado en la PAZ para Colombia, esta se convirtió en bandera de batalla de Ordoñez: “Muera la PAZ, para Colombia”.
El procurador Ordoñez, de infausta recordación para el pueblo colombiano, entra a la historia por la puerta de atrás, el colombiano que por defender a Uribe, se va lanza en ristre contra el proceso de paz, lo que más estamos buscando los colombianos, la PAZ.
Por fortuna, a buena hora y después de tres interminables años, soportando todas las leguleyadas que Ordoñez producía para entrabar las decisiones del Consejo de Estado, este en su sabiduría resuelve destituirlo, salvando a la Patria de otra arbitrariedad.
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