TIEMPOS IDOS-LA DICTADURA DE ROJAS PINILLA


TIEMPOS


IDOS


Por: Luís Fernando Orozco Gutiérrez


LA DICTADURA DE ROJAS PINILLA

Tenía ocho años de existencia, hacia escasos 13 días había recibido  en unión de mi hermano Leopoldo y otros amigos de curso,  la Primera Comunión, en  solemne ceremonia  en el Colegio de Nuestra Señora. El Nuncio Apostólico representante del Papa  en Colombia, Monseñor Antonio Samore de visita  pastoral en Manizales, había presidido la ceremonia.
Samore, hizo parte del sacro Colegio Cardenalicio, tiempos después y fue nombrado por el Papa, como mediador del conflicto sostenido por Chile y Argentina, por un canal en el Mar de Magallanes, en la punta sur el continente americano. Su intervención en el caso fue altamente positiva en la solución del diferendo geográfico.

El general Rojas,  jefe general de las Fuerza Militares el día 13 de junio  del año 1953, derroco al presidente constitucional Dr. Laureano Gómez en incruento golpe militar. Las distintas fuerza políticas del país, compuestas por los dos partidos tradicionales, aceptaron la acción golpista y pronto se unieron sus dirigentes, a las huestes de los  facciosos   del general insubordinado. Permanecieron fieles al Presidente destituido, sus amigos, quienes constituyeron lo que se llamo el “batallón suicida”

Rojas formo un gabinete de gobierno mixto, compuesto por sus amigos y políticos de los partidos ancestrales, quienes nunca en la historia política han sido huérfanos del poder, prefieren deponer sus convicciones ideológicas, pero el poder siempre estará con ellos.

El pueblo guardo las ilusiones  con el general, el país podía tener un buen destino, decían. Los años posteriores al  nueve de abril de 1948, cuando fue asesinado el líder y progresista jefe liberal Jorge Eliecer Gaitán, iniciaron un sanguinario proceso político, avalado por las fuerzas que detentaban el poder.

No conservo con mucha fidelidad, esos años, estaba más preocupado por jugar, en el barrio de mi infancia: Campohermoso y ver las películas de vaqueros o de viajes espaciales, leer los cuentos del pato Donald y Pluto; de Roy Rogers, Hoppalond Cassidy, Gene Autry, o inventar juegos de guerra  en las mangas del barrio, que observar los enredos  que ofrece  la política.

Rojas, de lo primero que se encargo fue  modificar la constitución política y creó una asamblea de bolsillo que nomino la ANAC, Asamblea Nacional Constituyente, que como cosa rara vario el periodo presidencial, con el objeto de permanecer más tiempo en él. El primer detalle, que realiza un dictador es cambiar las reglas del juego, para permanecer más tiempo en el poder. El espíritu de la democracia es la alternación del poder y es lo primero que debe transformar  el dictador.

Los estudiantes de la época cantaban parodiando una canción religiosa, que hablaba de la aparición de la Virgen de Fátima en Portugal un día 13 de mayo, así: “El trece de mayo la Virgen María, bajo de los cielos a Coba de Iría…”por “El trece de junio la Virgen María cambio el presidente por un policía”, pero fueron los estudiantes quienes no soportaron la dictadura  y se revolucionaron contra el hombre, a ellos después se integraron los políticos, para conservar su oportunismo. Fueron cruentas las marchas de los estudiantes y el sacrificio de jóvenes hombres que entregaron sus vidas por la libertad democrática.
Por esos años contaba ya con doce años y asistí a las marchas que los estudiantes organizábamos para tumbar al déspota instalado  en el poder, fueron varias semanas de permanente conflicto contra las fuerzas  del dictador; donde sus seguidores enclavados en el gobierno local,  tomaban todo tipo de medidas para frenar la protesta, siendo muy utilizado el toque de queda, que dejaban a muchos seguidores encarcelados por los esbirros del  tirano militar , al no poder evitar la persecución, buscando la debida protección. Los estudiantes éramos dirigidos por los Universitarios, casi todos estudiantes de la facultad de derecho.

El dictador no fue capaz de soportar el acoso estudiantil, irrigado  por todo el país y sucumbió el 10 de mayo de 1957. Dejando encargado del gobierno a una Junta Militar compuesta por 5 militares, cabeza de las distintas armas en que se componían las fuerzas militares.

Ese día fue glorioso para el país, salimos temprano a organizar las marchas del triunfo. La toma de la Bastilla en la Revolución Francesa, la considerábamos un juego de nenes. Ese día estábamos construyendo la historia más grande de la humanidad, al menos así lo considerábamos los protagonistas del momento. Recorríamos triunfantes las calles y avenidas principales de la ciudad y  cada vez se unían más gentes: hombre, mujeres, niños y ancianos.
Los líderes del entusiasmo victorioso, consideraron que debíamos rescatar a nuestros presos, detenidos en el Edificio del SIC, “Servicio de inteligencia Colombiano” compuesto por detectives, afectos de primera línea al régimen depuesto, pavorosos sicarios, responsable de miles de desmanes y atropellos a las gentes levantadas contra la opresión dictatorial. La marcha tomo ese rumbo, el inmueble ubicado cerca del centro de la ciudad, correspondía a un viejo edificio, que había tenido varios usos: escuela, cárcel, oficinas.
 Encabezando  la marcha- acompañaba -a los líderes y a los portaestandartes, donde el tricolor nacional, lucia impetuoso como símbolo de libertad, razón suficiente para llegar de primero a la puerta del edificio, donde estaban nuestros amigos detenidos, días antes  por el régimen.
 El lugar  se fue llenando de los caminantes que con gritos airosos, pedíamos la libertad de los estudiantes detenidos. La cuadra se atiborro de gentes, cada vez se reclamaba la libertad con más hostilidad, cuando los encabezantes, dispusieron derribar la puerta del edificio. De las ventanas ubicadas en la parte alta y que daba a la calle, empezaron a sonar disparos de armas realizados por los detectives del SIC, el caos fue general, corriendo como locos buscábamos protección de las armas asesinas, en la carrera  tropecé con cuerpos de hombres que yacían en la calle, correspondía a estudiantes que habían sido blanco de los disparos, me refugie a la vuelta de la calle, observando el caos y escuchando los disparos que continuaban.

Ese día murieron varios estudiantes que encabezaban la marcha de victoria y que en mi huida buscando un refugio, me toco saltarlos.

La llegada del ejercito calmo la situación, pero el día que depusimos al déspota entregamos al altar de la patria más sangre de estudiantes. El costo de la democracia casi siempre es muy alto.

La Junta militar gobernó por un año, entregando el poder a una alternación que se idearon los jefes políticos: Alberto Lleras del partido liberal y Laureano Gómez,- el presidente derrocado-, por el dictador, en nombre del partido conservado.

 Alternación que tomo el nombre de  Frente Nacional. El gobierno  cada cuatro años era dirigido por un miembro  de un partido y el siguiente periodo por el otro partido.  Los partidos liberal y conservador gobernaron  durante diez y seis años. El proceso lo inicio  el  Periodista Alberto Lleras Camargo y lo concluyo el conservador Misael Pastrana Borrero.

El Frente Nacional, aclimato en alguna forma la paz en el país, se le cobra que el amancebamiento de los partidos, nos llevo a una corrupción generalizada. Cuando no hay oposición  que vigile el comportamiento de quien está en el poder, lleva necesariamente a un grado de descomposición de las costumbres políticas.

El general  golpista, permaneció varios años en el exterior. Siendo juzgado, por sus acciones de desestabilización del orden jurídico y político. Esto lo hizo regresar, al país  siendo apresado por el presidente Lleras y confinado en alta mar en una corbeta de la armada.

Una vez adquirió su libertad, constituyo con sus fuerzas políticas un partido, para oponerlo al Frente nacional, que precisamente se había creado por sus acciones golpistas. El movimiento político del general, tomo el nombre de ANAPO, Alianza Nacional Popular, que compitió por el poder varias veces, siendo derrotado, primero por Guillermo León Valencia, presidente conservador y posteriormente por Carlos Lleras Restrepo, presidente liberal, ambos correspondiente al periodo de la alternación.

Las fuerzas de la Anapo, con el general de jefe, fueron creciendo, la estrategia de la “papa y la yuca”, empezaban a dar resultado. El pueblo reclamaba comida y sostenía que durante la dictadura la habían tenido. Igualmente las acciones de la hija del general, llamada popularmente la “nena”, quien creó un instituto llamado SENDAS, para beneficiar únicamente a los “pobres”, eran recordadas por los más desfavorecidos por la fortuna, quienes además se   constituyeron en sus fuerzas políticas.

La contienda electoral de 1970, se tornaba interesante, ya había desaparecido el MRL, Movimiento Revolucionario Liberal, su jefe Alfonso López Michelsen, hijo del ex presidente Alfonso López Pumarejo, eterno enemigo del Frente Nacional, se había integrado a las filas del oficialismo liberal, lo que hizo que la mayoría de sus fuerzas políticas fueran a engrosar al partido del general la ANAPO.

El partido conservador integrante del Frente Nacional, se dividió entre Ospinistas que apoyaban la candidatura de Misael Pastrana Borrero, ex ministro  de gobierno del Presidente Lleras Restrepo y Laurenistas que apoyaban a Belisario Betancur y Evaristo Sourdis. El partido liberal el otro miembro del Frente nacional, apoyo la candidatura de Pastrana Borrero.

Las elecciones dieron como ganador a Misael Pastrana, el general Rojas de segundo a escasos votos  y los disidentes Betancur y Sourdis, tercero y cuarto, restándole votos al candidato del frente nacional

En la noche del domingo 19 de abril, día de las elecciones, el repórter de las emisoras radiales y la televisión, daban como ganador inobjetable al General Rojas, fue necesario que el presidente Lleras, en oración televisada, enviara a dormir toda la gente, mientras su ministro de gobierno el “tigrillo” Noriega, hacia de las suyas para cambiar el resultado de las elecciones. Con la gente dormida, vario significativamente el resultado electoral, al amanecer ya ganaba el candidato del Frente Nacional.

El lunes posterior a los sufragios, la prensa gobiernista anunciaba el triunfo de su candidato Pastrana Borrero, los afectos al General Rojas, se levantaron en rebeldía, e iniciaron manifestaciones de rechazo, razón que arguyo   el gobierno, para suspenderlas y apresar todos los dirigentes disidentes, quienes fueron conminados en una hacienda en los Llanos Orientales. De esta forma se callaron todas las protestas, que originaban los jefes de la oposición, de quienes no se volvió a saber nada  con claridad sobre su situación.
El país, en los días posteriores observo  una actitud de silencio, el temor se generalizo, eran prohibidas las reuniones y más aun cualquier manifestación. Una calma chicha se apodero del ambiente El gobierno declaro el triunfo del candidato frente nacionalista, pero quedo una aroma de robo, en las falanges  del general.

Cursaba los semestres finales de la carrera de ingeniería civil, cuando sucedía, lo narrado. Frecuentaba por esos días un café, que nos servía de lugar de encuentro  y sitio para estudiar las asignaturas de la carrera .Muchos estudiantes de diferentes facultades, frecuentaban el lugar.

El café “alférez”, lo usábamos de sala de estudio, utilizando  la parte posterior del establecimiento, colindando con las mesas de billar; dejábamos libre las mesas de la parte de adelante para que allí, fueran atendidas las personas que solicitaban café o licor.
Por los días de los sucesos electorales, estando la parte de los estudiantes colmada por estos, se suscito en las horas de la noche, un altercado, entre un borracho y un vendedor de “solteritas”, en la esquina del lugar. “Solterita”, es una galleta  hecho con harina, friéndolo en aceite bien caliente y aplicándole una mermelada, para rellenar los orificios que dejaba, el molde metálico. El hombre ebrio, alegaba que no se había comido las “solteritas” que el vendedor le indicaba. El negocio empezó a llenarse de curiosos, que participaban del conflicto, unos a favor del vendedor y otros a favor del “borracho”.
Estimulados  por la trifulca, algunos estudiantes nos desplazamos al lugar para participar del enredado  asunto, cuando los ánimos de los presentes, eran mayores, me acorde de la situación por la que atravesaba el país, me ubique en la parte de atrás del numeroso corrillo, percatándome de no ser visto y con voz fingida pero gruesa grité; “viva el General Rojas”.

Todo el mundo salto aterrorizado, la estampida fue total, lo primero que surcó por los aires fue el negocio del vendedor, el borracho, cayó atropellado por la multitud que huía y termino en el pavimento sin darse cuenta abrazado por el vendedor. El caos se apodero de los presentes, a quienes les faltaban piernas para alejarse del lugar.

Un silencio solemne se apodero de la escena. Borracho y vendedor se perdieron del lugar, dejando atrás la reclamación.
Pastrana fue el último presidente del Frente nacional.


Mié, 17/06/2009 - 05:18 — ascanio casado Nuevo
Bien

Alta: 17/04/2008
Miembro

Un resumen bien condensado y elaborado del discurrir de los últimos años de vida política de Colombia.
Oportuna, genial y diplomática la solución del conflicto entre el borracho y el vendedor.
Interesante aporte.


EL CARACOL ROJO


EL CARACOL ROJO






EL CARACOL ROJO
Por: Luis Fernando Orozco Gutierrez


CAPITULO I
LOS CAFES                    



historia de la catedral de manizales


Situado en la principal vía de la ciudad de las “Puertas abiertas”, en un local de un bello edificio estilo republicano, fruto  de las construcciones que se llenaron en Manizales después de los pavorosos incendios que sufrió la ciudad en la década de los veinte, años 25 y 27 en que destruyo su principal edificio religioso la “catedral”, esto en el  siglo XX y sobre la carrera 23, allí estaba ubicado este “café”, que además del tradicional “tinto ”vendía todo tipo de trago incluyendo los espiritosos que nos alegraban la  vida sobre todo los finales de semana, cuando los estipendios alcanzaban pues la época de estudiante estaba alentada además por severas dificultades económicas.



La imagen puede contener: exterior




Por esos años cursábamos estudios universitarios  en la Facultad  de ingeniería civil de la Universidad Nacional, aun cuando el edificio de la universidad era distante del centro de la ciudad, este, era habitualmente visitado por los estudiantes, ya que la carrera 23 era lugar indicado de encuentro además de  sitio obligado para el paso de las féminas del lugar principalmente los fines de semanas, lo que hacía que el encanto del lugar aumentara considerablemente, el lugar además tenía una ubicación especial en la ciudad, distaba a escasos 100 metros de las residencias universitarias de las Nacional, por lo que el paso era obligatorio para la “lora”, pequeño y viejo bus en que nos transportábamos para la U ,y que recogía a los estudiantes que vivían en las residencias universitarias, el “café” estaba también ubicado a escasos metros de la nueva catedral que los manizaleños construyeron para reemplazar el desaparecido templo y como testimonio, a la inmensa fe religiosa de los habitantes del lugar.



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Podíamos decir que el Caracol rojo era el epicentro de la ciudad, para recurrir a un término de gran utilidad en la ciencia de la ingeniería y porque la Plaza de Bolívar quedaba a una  cuadra del mencionado café, con lo que queda expresado todo, respecto al lugar, pero falta algo a una cuadra de la “Suiza”, elegante Salón de Té y pastelería, famoso por las “milhojas” y los “acordeones” exquisitos pasteles que su dueño, un suizo había traído la fórmula del viejo continente. El sitio era lugar habitual de las mujeres hermosas del lugar.
Por esos años conocí una linda niña, Luz Marina Arango, vivía en la avenida “Paralela”, había llegado su familia a vivir a Manizales procedente de Medellín, su padre era un Bancario importante, un sábado me prepare, no obstante la timidez que me ha acompañado en la vida, porque sabía que ella debía venir a darse un “ventitrezaso” , recuerdo que la vi cerca de la “Suiza”, como he dicho elegante salón de té y pastelería, punto obligatorio de la muchachada de la época para sus encuentros, la acompañaba su amiga de colegio Aida Camila Ospina, me “arrime” y las invite a unas “milhojas”, al entrar, el lugar estaba repleto por ser fin de semana, la edificación era una vieja casona construida después del incendio del 27 de madera, por lo que el piso temblaba mucho, con gran dificultad ubicamos una única mesa en la parte trasera y después de realizar mil piruetas logramos sentarnos. La empleada que nos atendió recibió el pedido tres Coca-Colas y    tres milhojas fue lo solicitado, con muchos nervios conversaba, cuando llego el pedido solicitado, al tomar una Coca-Cola se derramo, los pies me temblaban de los nervios y estos hacían contacto con las “patas” de la mesa, lo que producía un movimiento en el piso, una vecina creyó que estaba temblando algo que ocurre con frecuencia en Manizales, situada en una alta zona sísmica y grito “esta temblando”, el despelote fue general, todas las gentes gritaban y corrían en semejante estrechez, en un segundo quedo desocupado el lugar, pues a mí también me toco correr, aun sabiendo lo que ocurría. El epicentro era el contacto de los temblorosos pies con la “pata” de la mesa. Algo que no registraron los sismógrafos

La historia de los “cafés” en Manizales y en general en los pueblos fruto de la “colonización antioqueña” es especial, generalmente la plaza principal de los pueblos del “Viejo Caldas”, Norte del Valle, Tolima, tenían un café de los descritos, lugar de obligado tertuliadero, en donde se conocían todos los “chismes” del pueblo o se inventaban. En Manizales sobresalían el Polo, La Cigarra, el Osiris, La bahía, el Noridia, El Semáforo rojo, El Covadonga y el  Alférez.  El más antiguo y que merecía más respeto era El Polo, ocupaba la parte baja de una gran casa perteneciente a los edificios republicanos que se construyeron después de los incendios  que azotaron la ciudad, constaba de dos grandes espacios separados por las “escaleras” para ascender al segundo piso, el primer lugar era ocupado por los mayores del pueblo, se le llamaba “sombra”, allí generalmente se realizaban los grandes negocios, y su moradores frecuentes eran en su mayoría dueños de fincas cafeteras, que se la pasaban lamentando de la situación existente con los precios del café y los problemas de las cosechas, de pronto no se les volvía a ver por un espacio de tiempo largo y lo que sucedía era que viajaban con sus familias a visitar el viejo continente, gastándose así la “plusvalía” del negocio. El otro espacio era ocupado por los jóvenes del pueblo y se le llamaba por lo tanto “sol”, acá los más ocupados  gastaban su espacio, confeccionando el “crucigrama” del- Tiempo-, famoso por lo difícil y las insólitas preguntas que realizaba para su elaboración, un día casaron una apuesta “muerto vivo” y “clavo”, a quien trabajaba mas, ambos conocidos por su anima aversión al trabajo y se la gano- clavo-, porque lo vio hacer precisamente un crucigrama. La parte trasera del establecimiento estaba ocupada por el salón de juegos y principalmente de billares. Siempre se veía al Doctor Lozano Palacio prestigioso abogado penalista, sosteniendo un taco de billar mientras le firmaba a un policía un monstruoso “sumario” de algunos de los casos que llevaba el  afamado jurisconsulto.
Los estudiantes de la U, tenían sus propios “cafés” para estudiar, eran famosos por estas actividades: la Bahía, el Noridia, el Osiris, El Alférez, casi nunca los cerraban, la Bahía trabajaba las veinticuatro horas del día, una vez tal vez por el fallecimiento de una persona cercana al dueño, fue preciso cerrarlo y se les cayo la puerta, las bisagras fallaron por oxidación. Igualmente los “serenateros”, en la Bahía, estos alternaban con los estudiantes.

El Café El Polo, fue víctima del modernismo que empezaba a aparecer en la ciudad y fue demolido para dar paso a moderna estructura, la que no respeto toda una vida consagrada al servicio de las gentes, fue reemplazado por malas replicas llamadas una, El Polo y la otra el Nuevo Polo, los viejos debieron asilarse en La Cigarra y los jóvenes quedamos como una gallina cuando le quitan la vara del gallinero, caminando sin ton ni son buscando espacio. No sé si se ha escrito la historia del Café El Polo, la verdad es que este establecimiento tiene una gran tradición de la época que le toco vivir, allí estuvieron los principales dirigentes políticos y empresariales de la ciudad y media historia de la época.
El Caracol rojo, no pertenecía a ese tipo  de café, su estilo era más moderno, para acceder a él, era necesario subir unas gradas lo que lo elevaba de la calle y los clientes quedábamos como en una vitrina debido a la gran ventana que daba hacia la calle. Éramos clientes por esa época: Antonio Gallego, pereirano que estudiaba ingeniería y vivía en Residencias, por lo tanto muy cerca del lugar, Jorge Iván López Villegas, manizaleño, inquieto estudiante de ingeniería, con ellos teníamos el Cine Club Universitario, razón para tener el lugar como oficina, además frecuentaba el lugar estudiantes de las U de Caldas y La Nacional, entre ellos el “Mono” Lema, el “Cura” Noreña, Uriel Jaramillo, Oscar Escobar Álvarez y su hermano Diego  y muchas más personas por tratarse de un lugar cosmopolita, entre ellas Hortensia amable “copera” quien prestaba sus servicios al lugar.
Un día apareció un extranjero, de ciudadanía Suiza, se volvió muy famosa su figura pues en las tardes bebía tinto y le agregaba un Ron Viejo de Caldas, creo que por eso aprendió rápido el español, venia contratado por “Colombit” se llamaba Walter Michel quien con el tiempo se convirtió en un buen contertulio del Caracol Rojo. El cura Noreña, había iniciado estudios de ingeniería, pero la suspendió porque tenía devoción para ser sacerdote, se ordeno y alcanzo a ejercer como párroco en alguna feligresía por dos años y pudo más la ingeniería, por lo que fue mi condiscípulo de la U, la “mesera” del Caracol rojo, tenía una inmensa curiosidad por saber a que “sabia” un cura y le “coqueteaba” todo el tiempo que permanecía en el establecimiento.
El profesor de Diseño Geométrico de Vías, en la facultad, el ingeniero Hernando Vallejo, fue condiscípulo del cura cuando este inicio los estudios de la carrera y luego al cura Noreña como sacerdote le toco casar y luego bautizar un hijo, al que ahora era su profesor en la facultad. Vallejo en una práctica de topografía le pregunto al cura si de acuerdo a su retiro, sería necesario volverse a casarse  y bautizar nuevamente a su hijo.


Vallejo era un buen cliente del Caracol rojo y los sábados que los estudiantes nos dábamos un “relax” en el café, el profesor  que era un buen “gastador” y mas viendo la situación económica de sus alumnos y además de disfrutar unas “tandas” de cerveza con él, dejaba los recursos para que nos pegáramos una buena “prendida” .El profesor fue una buena nota en la época.
La veintitrés los sábados era especial, un día  dedicado a la juventud, por lo que hombres y mujeres nos dábamos cita en sus calles, allí se iniciaban los “noviazgos “y todo tipo de relación por lo que el Caracol rojo, era sitio indispensable a visitar.
Nelson Puerta, estudiante de civil, y que también era contertulio del Caracol, aumentaba a sus aficiones en  la de ser miembro de la Tertulia creada por Aparicio Díaz Cabal, donde este imponía los temas presentando la “anti poesía”:





“En el alto de la loma canta un gallo
Dice qui qui ri qui y se cayo”
“En lo alto de la rama canta un gallo
Dice qui qui ri qui y se callo”
Cuando su hija Lía  cumplió quince años, dentro de los homenajes que le hizo le compuso los siguientes  versos:
“Lía, toda bella, toda linda sentada en un banco
Toda llena de melanco…lía”
“Mira esta ataúd
Será para Ud.”
Esta poesía como que hace referencia a su eterno negocio los ataúdes.
Aparicio fue un hombre diverso, además de su negocio principal que era la funeraria, dedicaba  su tiempo a actividades cívicas de la ciudad, por eso se le vio como productor de cine donde además fue protagonista del celuloide, dueño de equipo de futbol  el “Once Deportivo “y cuando se propusieron los diseños de una avenida que cruzaba del Colegio de Cristo hasta el Parque Alfonso López, en la cual era necesario intervenir su propiedad, que quedaba en la ventidos cerca del Colegio, inicio una vehemente campaña, donde su casa fue abierta al público.
El “Tour” a la mansión del sepulturero, se iniciaba con un diseño realizado por algún amigo, en el que la propiedad de Aparicio era obviada mediante unos puentes aéreos, solución que impedía el monstruoso daño al urbanismo de acuerdo a su entender, en el recorrido a la casa, previamente se habían colocados letreros instructivos, así: “ En esta cama durmió Carlos Arturo Rueda”, parece que el locutor deportivo cuando llego de Costa Rica a Colombia vivió en Manizales por lo que fue alojado por Aparicio, en la continuidad del periplo  se llegaba a un salón adornado por un busto del compositor alemán Beethoven con una colección completa de discos de 33 rpm de Carlos Garde


La imagen puede contener: una o varias personas, multitud y exteriorl.

















Este era el personaje de
 “Funeraria Equitativa cultural y deportiva”

Y realmente deportiva, cuentan las lenguas, que en la época del Dorado, como era propietario de un club afiliado, compuesto por jugadores nacionales y extranjeros, que estos dormían dentro de las ataúdes y todo esto era cierto porque en las Ferias de Manizales, en su local arrumaba las ataúdes en la parte de atrás y adelante instalaba una caseta para bailar y tomar licor.
 ,No hay texto alternativo automático disponible.


En el Caracol rojo, nos reuníamos los integrantes del Cine Club Universitario, Antonio Gallego que lo dirigía, Jorge Iván López encargado de la difusión y las publicaciones necesarias para los miércoles en la sala del teatro Colombia y yo que  actuaba como gerente, responsable de los ingresos y egresos .Antonio tenía un buen colaborador de orden nacional, Hernando Gamboa y quien nos ofrecía los ciclos de películas que presentábamos para los interesados, generalmente las películas eran de la clase que ofrecían discusiones las que estaban generalmente encabezadas por Rodrigo Ramírez Cardona, el periodista y profesor universitario de la facultad de Filosofía y Letras , que escribía en el diario local “La Patria” con el pseudónimo de “Gaspar”, la poeta Beatriz Zuluaga, Jaime Echeverri Jaramillo,Husipungo,Mario Escobar Ortiz, Hernando Salazar Patiño, Marulo, José Néstor García, Uriel Álzate y todos los que se las “tiraban” de intelectuales de la época. Los foros posteriores a la presentación de la película anunciada, por la participación de estas personas eran realmente interesantes y profundos. Alguna vez anunciamos un ciclo de películas rusas y aquí fue la debacle, el interés de las gentes sobre todo universitarias fue nulo y de la quebrada que nos pegamos, no nos hemos podido restablecer aun, claro que para ser justos tuvimos ciclos que nos dieron “pingues” ganancias y la oportunidad de recorrer los mejores restaurantes de ese Manizales, sobre todo extranjeros: Vittiani, Cuezzo, Bruno Colombari en fin nos volvimos expertos en pastas y asados, siempre acompañados de  un buen vino. Por esta época le tenía una distinguida y tímida  admiración a una estudiante de filosofía que frecuentaba el Cine Club, una hermosa mujer llamada Liliana Mejía Botero.
“Antonioni” o ”tarzan”, como también llamábamos a Antonio Gallego, un día renuncio a sus estudios de ingeniería y lo despedimos en el Caracol Rojo, ya que se desplazaba para Córdova Argentina, a estudiar cine, la vida es efímera y los años pasan tan raudos que no comprendemos el paso del tiempo, creemos que cualquier momento de la vida es eterno y es solo un soplo. Aquí cabe decir que “somos una brizna en las manos de Dios”.






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Comentarios
Angela Botero ME HICISTE REVIVIR EPOCAS DELICIOSAS. GRACIAS QUERIDO.
Cristina Estrada QUE BUENOS ES VOLVER AL PASADO....TANTOS BELLOS MOMENTOS QUE RECORDAR....GRACIAS MI NEGRO